jueves, 15 de octubre de 2009

Tu recuerdo


Solía pensar que un simple beso podía cambiarlo todo.
Sorprendido de la fuerza de unos labios.
Y un día descubrí el poder de una lágrima.
Altiva, fuerte y fría como una noche sin fin.
Y mi corazón se encogió, como una voz que se apaga en el murmullo.
El tiempo no borraba la hendidura de mi alma.
Y los gritos del silencio sólo los escuchaba yo.
Temido y respetado dolor, aclamé.
Olvídate de mí y déjame sólo.
Pero no me escuchó y otorgó su presencia a mi vida.
Se aposentó en mi ser, como el frío al invierno.
Hola, ¿estás ahí?, una vez más.
Te siento cerca y tu abrazo me asfixia.
¿Nadie te ha dicho que si sonrío siempre veo tu cara?
¿Nadie te contó que en mis sueños siempre apareces?
Que tras las brumas de mi existencia, espero verte de nuevo.
Y oír tu risa, y aguardar tu beso…
Por favor, por favor, aléjate de mí, por última vez.
Te ruego, te imploro que evapores tu recuerdo.
Llévate, si quieres, una parte de mí.
Es tuya, si la quieres, siempre lo fue.
Puedo sacrificarla, no me servirá si me faltas.
Y si echo de menos algo, sólo serás tu.
Me hace falta tu figura, y solo te veo entre sombras.
Tu fantasma burlón me lleva a la desesperación.
Creí que la tierra, que todo lo cubre
Cubriría la pena.
Pero eras mi medicina, mi salvación de la locura.
Y ahora me siento como con una camisa de fuerza.
Ahogándome en mi sufrimiento,
Doblegando mi voluntad,
Besando el suelo que antes pisabas.
¿Y si ya no puedo soportarlo más?
Susurra mi nombre una última vez.
Y llévame donde tu estés.
Que mi anhelo me quema por dentro
Y prefiero abandonar este mundo,
Antes que seguir con tu recuerdo.

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