jueves, 15 de julio de 2010

La nueva alba


No era una persona corriente. Era más que corriente.
Por sus venas corría la sangre de la desesperación.
Sus piernas corrían impulsadas por un vacío interior.
Y tras mucho correr no encontró su destino.
Y tras parar comenzó a mirar lo que había dejado atrás.
El camino ardía de las pisadas de la ira.
El viento quemaba su faz inflamada.
Y por fin se atrevió a gritar.
Mas nadie ni nada le escuchó.
Y por fin se atrevió a llorar.
Mas nadie le consoló.
De sus ojos la vida se escapaba.
Por las rendijas de su colorada mirada
Su alma se derramaba
Por los besos olvidados
Su espíritu estallaba.
Y quedó la tierra cubierta de su cuerpo.
Y paró el ardiente viento.
Y las golosas miradas,
Que antaño añoraba
Fueron sólo un sutil recuerdo,
Fugaz como aquel verso
Hiriente como aquel momento
Y de las cenizas abrasadas
Surgió la nueva alba.

2 comentarios:

  1. Acabo de leer tu poema La nueva Alba, y me he quedado helada... has plasmado con tus palabras el estado en que se haya alguien muy próximo a mi, alguien que no se merece ser castigado, alguien que deambula en el vacio oscuro, y aunque tiene mis manos tendidas, le está costando mucho salir.

    En esta vida, a cada cual nos mueven intereses distintos, sin embargo los sentimientos son para la mayoria, primos hermanos.

    Un Beso Yopis.

    ResponderEliminar
  2. En un mundo de sentimientos me muevo y me agrada compartirlos desde estas líneas.
    Si la mano tendida no es suficiente siempre puedes tomarle por el pescuezo y atraerlo a tu brasero.
    Quizas lo mas evidente sea lo más dificil de ver.

    Un beso Hide

    ResponderEliminar

Aullame o ladrame