domingo, 13 de diciembre de 2009

Conversación

-Escúchame.
-¿Que quieres?
-Pues, me apetece hablar.
-¡Otra vez! ¿Y de que?
-No sé.
-Entonces, ¿por qué quieres hablar?
-Porque estoy aburrido.
-Pues habla, que te escucho.
-Es que no se me ocurre nada.
-¿Y por qué no te callas, entonces?
-Porque estamos todo el dia callados.
-Esta bien. Dejame que piense. ¿Crees que lloverá?
-No sé. Me da igual.
-¡Pero entonces.... no me dejas hablar!
-¡Shhh, cállate!
-¿Ahora quieres que me calle?
-Es que viene alguien.
-Da igual, seguro que no se acerca por aquí.
-¿Por qué dices eso?
-Porque lo sé.
-¿Y por qué lo sabes?
-Porque nunca nadie pasa por aquí.
-La verdad es que tienes razón.
-¡Y es una pena!
-¡Vaya, que si lo es!
-Porque no hay ninguna tan bonita como ésta.
-Si, creo que somos la mejor.
-La gente ya no se gasta tanto el dinero en estas cosas.
-No, no señor. ¡Pues parece que si que viene!
-No puede ser, imposible. ¿Será un familiar?
-Los familiares hace ya mucho tiempo que no vienen.
-¡Shhhh, quieto y callado!
-Parecía que venía aquí.
-Si, es una lástima, pero ha pasado de largo.
-Oye, ¿a que hora cierran?
-Pronto.
-¿Crees que luciríamos más si nos limpiaran alguna vez?
-Eso no lo dudes.
-Y entonces, seguro que se pararía la gente, como antes.
-Esos dias ya han pasado. Además ya sabes que no estamos aquí para eso.
-¿Y para que estamos?
-Para cuidar su descanso eterno.
-Escucha.
-Dime.
-¿Verdad que es duro ser ángel de piedra?
-Si, por lo menos en este cementerio.



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