martes, 24 de agosto de 2010

Caza baldía



Rasco las huellas del desanimo inmerso en una madeja de versos y oculto mi cara al fiero sol que me desgarra por dentro.

Y por la noche todo es soledad. Y por el día mi sueño vence al hambre de explorar nuevos mundos y huir de mis pies que me atan al presente.

Todo lo que veo es pesadez. Mis manos a penas se mueven por el teclado y deshilachan ideas atormentadas de un cerebro enfermo, que gimen en silencio por no poder decir como se sienten, por no poder poner en la garganta deseos que atenazan un corazón ambiguo.

Si todo el amor que me rodeara fuese suficiente para escapar de este sufrimiento….Si los besos y caricias que perdí se encontraran, aunque fuera en otro cuerpo…

¿Y si deambulo por los callejones de mi mente atroz, oliendo ese nauseabundo olor a algo que ni yo mismo puedo explicar?

El reloj ya ha marcado su hora final. La rueda sigue moviéndose y yo con ella. Pero no se a donde va mas es muy tarde para bajar, es muy tarde para comprender que el camino tomado quizás no fue el más adecuado. Que tal vez la dicha no me sea presa y que mi caza termine siendo baldía.

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