miércoles, 4 de agosto de 2010

La evocación


La luna despierta sutilmente mi son
Acaramelada y complaciente
E impongo a mi ser tal condición.
El claro de nostalgia se disipó,
Permanece aún ausente
Solo un rayo yergue su tesón
Y lo evito y esquivo con sutilidad.

La calle me vuelve a invitar a aullar.
Sus rincones reclaman una última exacción.
El deseo resbala por mi mente.
Aun queda tiempo para la pasión.
La encuentro debajo del dolor,
Y tu recuerdo me la devuelve.
Envuelta intacta entre algodón.

La música vuelca mi devoción.
Aunque parezca un accidente
Sigo notando latir a mi corazón.
Nadie al final me lo robó.
No parece nada coherente
Pensar en algo llamado amor
Y por la lujuria dejarse llevar.

Mas entre la marea te veo una vez más.
Arañando rayos dorados al sol.
Meciendo tu ser sutilmente
Gritando sin voz
Que aún podemos ser dos
Que las brasas siguen ardientes
Y que nuestro reloj todavía no se paró.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aullame o ladrame